La alegría cristiana

Hace poco me comentaba una madre que su hija siempre estaba de fiesta, que dijera lo que le dijese no le hacía caso y que casi nunca paraba en casa. Yo hablé con esta chica y su respuesta me dejó algo menos que perplejo: "el cura de mi parroquia dice que hay que divertirse y tener alegría, que un cristiano tiene que estar feliz". El cura de su parroquia no se equivocaba, pero ella tomó esas palabras -como tantas veces suele ocurrir- al pie de la letra, sacando de ellas lo que quiso.

Pero en cualquier caso no es la única persona, ni mucho menos, que aún hoy en día confunde la pausada serenidad de los santos y su resignación a la voluntad de Dios con el "pasárselo bien".

Y es que la alegría cristiana es una alegría del alma, no es una alegría de juerga. Es una alegría que fluye de nuestro corazón, en armonía con el corazón de Dios, hacia los demás, y no desde el exterior hacia nosotros, como la alegría humana. No es una alegría que depende de los hechos y las circunstancias, sino una alegría que se expresa en la esperanza de la vida que nos aguarda. De la vida eterna. Es la felicidad que se nos transmite aún en las horas más dramáticas, como Jesús decía: " Pero yo os digo la verdad: Os es necesario que yo me vaya; porque si yo no me fuere, el Consolador no vendría a vosotros; mas si me fuere, os lo enviaré" (Juan, 16,7).

Osadía con el Testamento Vital

Supuestamente el llamado Testamento Vital (técnicamente "Documentos de instrucciones Previas") es un derecho de todos los ciudadanos. Excepto en Asturias, que es un derecho sólo de los ricos. Se supone que deberíamos tenerlo todos, con él no sólo expresas tus últimas voluntades, sino que puedes hacer algo tan altruista como donar tus órganos y salvar muchas vidas, además de donar tu cuerpo a la ciencia para que puedan aprender futuros médicos.

El caso es que me informo en el Servicio de Salud (Astursalud) de cómo pedirlo para mí y algunos de mis familiares, y me dicen que tengo que acudir a por los impresos a cualquier ambulatorio y centro sanitario. Me pateo los ambulatorios de Oviedo, y en ninguno los tienen, es más, en ninguno saben lo que es. Inaudito e increíble, pero cierto. Les he tenido que explicar una y otra vez qué era, para qué servían, y lo que se podía hacer con ellos. ¡Incluso en uno (en Ventanielles) una malhumorada funcionaria me decía que de eso se encargaban los servicios sociales! Le dije: "no estoy pidiendo un albergue, señora, estoy pidiendo documentación de cosas como donante de órganos, ¿qué tiene que ver lo uno con lo otro?". A lo más que llegan es en uno de ellos (Teatinos, y tras explicarle a la funcionaria detenidamente para qué era y servía esa documentación), y tras consultar ella con una superior, decirme que entrara a Internet y que los imprimiera yo. ¡Acabáramos! ¡Para este viaje no eran necesarias estas alforjas!

La edad del limbo

Quedarse sin trabajo es algo dramático a cualquier edad, pero hay ocasiones en que es mucho más dramático. Comprende la franja de entre los 30 a 45 años. Quienes se quedan sin trabajo a esa edad tienen muchas posibilidades de no encontrarlo durante muchos, muchos años. Están en lo que yo llamo "la edad del limbo", en "tierra de nadie". Son personas demasiado viejas para poder formar parte de los planes de empleo para jóvenes, y demasiado jóvenes para entrar en las políticas de apoyo al empleo para mayores, que suelen dirigirse a personas de más de 45 años.

Los políticos y algunos "especialistas" argumentan que las personas de entre 30 a 45 años son más capaces de encontrar empleo. Cosa que es falsa, y en la práctica resultan ser un colectivo tan desfavorecido como los demás.

Escrache, o cuando el acusador se convierte en acusado

En la teoría del juego democrático, todos partimos por igual y desde una posición parecida, independientemente de nuestra posición social o de nuestra fortuna en la vida. En la práctica esto no es así, y claramente hay muchos en desventaja, personas que se ven apartadas de sus derechos y privadas de sus medios de subsistencia. Estas personas son para muchos políticos un gran peligro, porque su situación límite les lleva a situaciones extremas, al darse cuenta de que no tienen nada que perder. Lamentabemente, la mayoría de los que tienen alguna responsabilidad de gobierno y que podrían cambiar esta situación no lo hacen, entre otras razones porque ellos viven en un "mundo paralelo", un mundo aparte muy distante de la realidad, y donde su sustento lo asegura sobradamente unas abultadísimas cuentas bancarias y una gruesa y segura nómina a fin de mes.

Con toda esta situación, por lo tanto, no debería sorprenderles que aparezcan grupos de activistas que opten por medios no convencionales para hacer ver su situación.

Salir del euro como única y real alternativa

¿Por qué los políticos se empeñan en hacernos creer que será muy malo salir del euro? ¿Por qué no hay nadie que sea capaz, desde el plano político, en proponer seriamente esta postura?

Si España logra salir del euro (en donde jamás debimos meternos, dicho sea de paso) volverá a tener el control sobre su propia economía. Volvería a tener un Banco Central de verdad (y no la pantomina que hay ahora) donde poder influir sobre el capital que se mueve en España, tal como han hecho los bancos centrales de Estados Unidos, Inglaterra o Japón, y con lo cual, gracias a ello, han podido esquivar esta crisis que a nosotros nos arruina cada vez más.

Ya no importa si la infanta va a juicio o no

El ministerio fiscal tiene ante sí todo un papelón al oponerse al dictamen del juez contra la imputación de la infanta Cristina en el caso Nóos, y también la abogacía del Estado, al haber confirmado ayer mismo también su oposición. Parece que no han medido muy bien sus actos en un movimiento nada habitual (no es nada corriente que la fiscalía se oponga a la imputación de una persona, lo que evidencia bastante claramente hasta qué punto la influencia mediática influye -y corrompe en éste caso, al salirse de lo habitual- las decisiones de los fiscales).

El problema no es que se recurra o no, el problema (si lo hay) es que ya está imputada. Ahora, si la Audiencia Provincial balear decide fallar a favor de la fiscalía y declarar la imputación improcedente, de cara a la sociedad estará bastante claro que la justicia no es independiente, y que una labor extraordinaria y fuera de lo común -que es el actuar de la fiscalía y de la abogacía del Estado contra una decisión judicial que, de no ser la infanta quien es, no habrían intervenido- ha conseguido mermar la supuesta igualdad de todos ante la justicia, dejando claramente ver que hay doble vara de medir.

Los símbolos en algunas cruces de los rosarios

Desde un tiempo a esta parte ha surgido una extraña campaña tratando de desprestigiar las cruces católicas, en concreto las cruces que llevan algunos rosarios, argumentando que no son cruces cristianas. Lo cual resulta bastante curioso, porque si hay algo que sea católico es el rosario.

Se trata de una leyenda urbana a la que no conviene darle más protagonismo, pero dado que muchas personas (incluso cristianos de buena fe) se han dejado influenciar por ella, voy a tratar de aclarar de forma sencilla algunos de los argumentos que ellos exponen.